Uno de los museos más bonitos en México tiene un nombre alemán. El nombre de su fundador es Franz Mayer (1882-1975). Él fue un importante coleccionista que viajó durante el transcurso de su vida por países muy diferentes y acumuló más de 10.000 objetos de arte y de la vida cotidiana. Con su colección de arte colonial presentó las bases para el museo Franz Mayer, fundado en el 1986.
Franz Mayer nació en septiembre del 1882 en Mannheim en una familia tradicional alemana de raíces judías. Crece en la misma ciudad, antes de moverse a Londres y dedicarse a los negocios financieros. Después de dos años en Nueva York viene a México en el 1905 y se establece aquí.
Trabaja como hombre de negocios y en 1920 se casa con su mujer María Antonieta de la Macorra. Ella fallece solo dos años después y quedan sin hijos. La gran afición de Franz Mayer ya nacionalizado en México es, aparte de la floricultura de plantas extraordinarias, viajar. Mayer hace numerosos viajes y llega así desde Latinoamérica hasta el Oriente.
Su afición por el arte así como su talento para la compra-venta le facilitan construir una colección de objetos de artes y libros tan amplia como interesante. Su éxito profesional sienta la base financiera. Durante el tiempo Mayer colecciona más de 10.000 objetos mexicanos, pero también europeos, orientales y moriscos.
La colección de Mayer comprende cerámica, pintura, textiles, escultura, muebles y orfebrería. Mayer, quien quiere dejar su colección en herencia para el pueblo mexicano, funda un fideicomiso con el Banco de México en 1986. Así asegura la fundación de un museo bajo su nombre. El Museo Franz Mayer en la ciudad de México se inauguró en 1986, once años después de su muerte. Está alojado en un convento antiguo del siglo XVII ubicado en un punto central del centro histórico colonial.
Para Franz Mayer el coleccionismo fue más que una afición, fue un ejercicio intelectual en donde la selección de objetos se realizaba de manera cuidadosa, apoyándose además en la opinión de expertos. El acervo da cuenta del interés que el coleccionista tuvo hacia ciertas piezas, técnicas y periodos, influenciado por el gusto de la época y los libros que consultaba.
Una de las más amplias y absolutas colecciones de Mayer es la de la cerámica vidriada, comúnmente conocida como loza. La técnica la heredó de la ciudad española Talavera de la Reina, y por eso es todavía conocida (sobre todo en Puebla) como “talavera“. Muy interesante también es la biblioteca que dejó Mayer. Cuenta más de 8.000 ejemplares, con más de 800 ediciones diferentes de „El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha“ de Miguel Cervantes Saavedra, que se distinguen por sus tamaños, encuadernaciones, ilustraciones y traducciones.
Franz Mayer fallece el año de 1975 en México.
¡Vale la pena una visita al Museo Franz Mayer!
Fuente:
- Dirección de Comunicación Museo Franz Mayer
- Embajada de Alemania en México






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