Hemos llegado hasta aquí, somos afortunados por seguir contando historias, por ser capaces de cerrar los ojos y encontrar momentos perfectos, nos hemos encontrado y es que, siempre he dicho que la relación entre el escritor y el lector es más íntima de lo que se cree, para algunos el placer radica en escribir, mientras que para otros en leer lo que alguien escribe, dicho en palabras mundanas, somos cómplices. 

Y es que la sutil complicidad entre un emisor y un receptor es digna de cualquier estudio pero, hablemos justamente de este año, el 2022 ha sido un nuevo comienzo, un instante en donde el parpadeo constante e incesante de los últimos años nos dejó lecciones muy marcadas, si tuviera que contar las anécdotas encausadas por la cuarentena, la crisis, el desamor quizás no terminaría esta colaboración pero, debo confesarles que dentro de todas las tragedias, soy un afortunado. 

Este año, se lanzó oficialmente la agencia de contenidos, este portal que hoy puede presumir de millones (al menos en redes sociales) tenía una finalidad: cosechar. Y es que el campo digital es tierra fértil, es pausa y conexión, sí, esa misma conexión que genera una relación entre el escritor y el lector. 

Soy más historias que sumas o multiplicaciones, soy más tazas de café que fueron terminadas en momentos perfectos, soy quizás la mezcla –el mestizaje– entre un contador de historias y un creador de momentos, por eso me llaman publicista.

Diseño, pero no diseño gráficamente, mi diseño es más conceptual, es la generación y consolidación de proyectos como este, el que me hizo migrar de hagamos marketing a una simple declaración que aún causa eco en muchas personas: “Ya no estamos en la época del marketing, estamos en la época del contenido, de la generación de experiencias”    

Y justo a este último punto quería llegar, una experiencia, para mí, desde sentarme en un restaurante es una experiencia, no por algo conceptualmente la palabra restaurant viene de reparar sí, de restaurar, uno restaura su alma en un momento tan íntimo como ir a comer, como tomar una cerveza. 
¿Cuántas veces se atrevieron a restaurar su alma este 2022? Ojalá este año, haya sido una experiencia tan inigualable que deseen revivir tantas veces con su alma restaurada.