La Liga Expansión MX tiene una joya escondida al centro de la República Mexicana. El Tlaxcala FC tiene la dicha de llamar hogar al estadio Tlahuicole, un pequeño inmueble pintado en su totalidad de rojo a los pies del cerro conocido como «El Mirador».

Haciendo referencia al «Hércules Prehispánico» general del ejército tlaxcalteca en el Siglo XVI, Tlahuicole es usado para nombrar a esta obra con capacidad para más de 15 mil personas.
Dos pequeñas cabeceras con capacidad para 500 personas visten los dos polos detrás de los arcos. Y dos gradas de 105 metros de largo a los costados de las bandas cierran este interesante recinto inaugurado hace 62 años.
En 1986, cuando México fue sede de la Copa del Mundo, en su césped albergó los entrenamientos de la Selección de Francia. Ahí los galos comandados por Michel Platiní preparaban sus goles. Testigo de miles de batallas deportivas a nivel amateur y profesional, este lugar forma parte de la historia futbolística del estado de Tlaxcala.

En él, los Lobos de Tlaxcala escribieron su historia deportiva en los 80´s y más tarde el Tlahuicole recibió a los Guerreros de Tlaxcala como después lo haría con los Linces. Por último, los Coyotes de Tlaxcala abren las puertas del inmueble en el centro de la localidad para competir en la Expansión. Lo cual ha ayudado a que el inmueble haya sido modernizado y ampliado.
Además de lo mencionado, desde la grada «Tlaxcala», los asistentes pueden disfrutar de una vistosa postal de «El Mirador», por lo que disfrutar de un doble espectáculo es posible: la pasión del fútbol y parte de la grandeza natural de Tlaxcala. Por si fuera poco, a sus espaldas, el Río Zahuapan es testigo de los cientos de aficionados que durante las temporadas futboleras recorren sus calles listos para darle vida al hermoso Tlahuicole.
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