Mucho se habla sobre la comida que se pone en la ofrenda del día de muertos, por ejemplo, que estos no se pueden comer debido a que ya no tiene sabor, pero ¿es cierto?

Se cree que con la llegada de nuestros seres queridos, los alimentos que se colocaron en la ofrenda del día de muertos quedan sin sabor, pero más allá de que esto sea verdad o no, te diremos qué pasa si comes algunos de estos.

Los alimentos como el mole, los tamales y otro tipo de guisados no se recomiendan consumirlos luego de haber sido colocados en la ofrenda ya que pueden estar en proceso de descomposición por el tiempo que estuvieron sin refrigerar, por haber estado expuestos al calor y al polvo.

Si deseas evitar desperdiciar una gran cantidad de alimentos, puedes poner este tipo de platillos en cantidades mucho menores, como una ofrenda simbólica.

Hay piezas de pan que se hacen duras luego de estar mucho tiempo a la intemperie, pero si el pan de muerto que pusiste en la ofrenda aún es suave, puedes comerlo sin ningún problema. Otra alternativa para no desperdiciar comida es tomar el pan, quitarle el azúcar y molerlo para darle alimento a las aves.

Los pétalos de las flores también pueden comerse sin mayor peligro tras quitarlas de la ofrenda. Para ello, es importante lavarlas y desinfectarlas como con cualquier otro alimento.

Sí se repartieran premios al alimento que sobrevive en las mejores condiciones tras la ofrenda del Día de Muertos, sin duda se lo llevan las calaveritas.

Por último, los dulces elaborados como conserva son comestibles sin mayor contratiempo. Otros como el dulce de camote o de calabaza también se mantienen en buen estado. En caso de comerlos al momento de retirar la ofrenda, se aconseja guardarlos en el refrigerador.

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