Este artículo sobre el “puttering”se publicó originalmente en GQ Italia.

Puttering? Suena un poco raro, como algo que nunca dirías delante de tu abuela. Pero en realidad no es una palabra malsonante, sino todo lo contrario. El verbo ‘puttering’ significa hacer pequeñas tareas o trabajos de forma casual, sin prisa ni un gran propósito. Es algo así como vaguear, pero de forma productiva, si se puede llamar así. Como cuando uno deambula por la casa, arreglando una cosa por aquí y otra por allá, sin presiones.

Detrás de este término ligeramente cómico se esconde uno de los hábitos más relajantes —y productivos— del fundador de Amazon, Jeff Bezos. Mientras el mundo corre hacia la próxima fecha límite o hacia la siguiente reunión, Bezos pasa una hora “vagueando” por la casa, haciendo pequeñas cosas, sin un propósito definido y con gran serenidad. Incluso el escritor Stephen King, entre página y página, hablaba de la importancia de tomarse descansos y realizar actividades cotidianas sencillas, como ordenar su escritorio o pasear, para permitir que la mente se relaje y surjan nuevas ideas. Pero, ¿por qué estas mentes brillantes señalan en el trabajo manual? Y lo que es más importante, ¿qué podemos aprender de esta práctica aparentemente frívola? Vayamos por orden.

¿Qué es hacer puttering?

Hay muchas cosas beneficiosas para nosotros, que producen endorfinas, sobre todo cuando se practican por la mañana. El ejercicio es una de ellas. El puttering es una actividad que consiste en realizar pequeñas tareas domésticas o actividades cotidianas con un enfoque lento y sin prisas. Puede incluir acciones como ordenar la cocina, cuidar las plantas, ordenar objetos mal colocados, preparar un desayuno completo o simplemente moverse por la casa sin un propósito específico o urgente. En resumen, el puttering es una forma de trabajar el cuerpo y la mente en un modo de “baja intensidad”, que permite un estado de calma y relajación.

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