El regreso de los 90 en el vocabulario de la moda actual no solo se refleja en las tendencias minimalistas, sino también en el revival de los zapatos planos. Una pieza que durante la década marcó un cambio fundamental en la narrativa de la moda, donde la resistencia al maximalismo de los 80 se priorizó en la visión de diseñadores como Miuccia Prada, Jil Sander y Calvin Klein. Quienes, a través de sus diseños, se consolidaron como el epítome de la modernidad, marcando el camino hacia lo que hoy se considera la cúspide del estilo. ¿Cómo identificarlo? Es muy sencillo: si funciona hoy y seguirá funcionando dentro de 10 años, entonces es de los 90.

Zapatos vintage
Las bailarinas, al igual que los mocasines y los zapatos tipo Mary Jane, son el ejemplo perfecto de esta tendencia atemporal. En los 90, Cindy Crawford, Julia Roberts y Winona Ryder popularizaron estos modelos planos, y ahora, celebridades como Hailey Bieber, Emma Chamberlain y Zendaya hacen de ellos el toque final de sus mejores atuendos. Su dominio sobre las aceras parece estar destinado a perdurar. Por lo tanto, su inclusión en la cima de la lista de zapatos en tendencia para Primavera-Verano 2025 no es sorpresa alguna. Su vigencia no cuenta con fecha de expiración, y ahora lo único que queda es determinar qué modelos elegir para asegurar que sigan siendo un éxito en esta y las siguientes temporadas.

Zapatos planos de los 90 que vuelven a ser tendencia en Primavera-Verano 2025
Hay que admitirlo, los zapatos planos ofrecen una solución perfecta para incorporar la inconfundible elegancia de los años 90 a las tendencias de Primavera-Verano 2025. Además, más allá de ser un simple calzado, con el que las mujeres más icónicas vistieron hace algunas décadas, son clave para definir un look con el que no se siente como una tendencia en la que participas, sino que se trata de un estilo personal.

Fue durante los 90 cuando los mocasines se consolidaron como un básico clave en la moda femenina, formando parte esencial del armario de todas las mujeres, incluidas celebridades como Cameron Diaz. Cuyo estilismo demostró ser perfecto para cimentar una elegancia y formalidad minimalista. Al apostar por modelos vibrantes, los mocasines osados lograron mantener un look fresco y jovial, estos etalles que, hasta el día de hoy, mantienen viva esa misma espontaneidad destacada en las tendencias actuales. Estos elementos se observan en las propuestas de marcas como Bottega Veneta y Prada, siendo ideales para quienes no temen tomar un riesgo.

Si Kate Moss lucía bailarinas, era una certeza que al día siguiente todas las mujeres llevarían bailarinas. Tal fue la influencia de la supermodelo británica que, de manera instantánea, estos zapatos planos se volvieron una tendencia absoluta. Bajo la dirección creativa del minimalismo en boga, la falta de tacón se convirtió en el fiel aliado de todo atuendo compuesto por dos prendas clave, sin saturación de estampados ni accesorios estorbosos. El truco era –y sigue siendo– apostar por prendas en colores neutros, como faldas blancas y zapatos negros, dejando claro que lo sencillo es equivalente a elegancia. Sin embargo, la pregunta sobre cómo lucirán los diseños en esta temporada se responde con los detalles: lazos al tobillo y cintas decorativas, tal como lo sugirió Ferragamo.

Lo que comenzó como un calzado de escuela primaria resurgió en los años 90 como una opción para las it girls del momento, convirtiéndose en una pieza clave para destacar los estilos preppy y grunge de la era. Su reinterpretación variaba entre diseños con plataformas, estampados llamativos y acabados desgastados. Sin embargo, su versión más impoluta, con puntera rectangular, se consolidó como el referente de moda que cautivó la mirada de Gwyneth Paltrow, quien, en ese entonces, con su estilismo en clave monocolor provocó un gran revuelo. Las mary jane rebasaron las barreras del tiempo, manteniéndose como una imagen presente en todos los tableros de inspiración, con marcas como Moschino y Coperni apostando por su distintivo diseño en sus propuestas más recientes.

Un clásico del armario de los abuelos, los zapatos Oxford se proyectaron en los 90 como una verdadera declaración de estilo que fusionaba lo masculino con lo femenino. Sus característicos cordones, suela delgada y horma que cubre el empeine pasaron de ser un uniforme de la elite universitaria a definir la estética de muchas mujeres, que adoptaron su carácter neutro y formal como un fundamental para crear looks imprescindibles. Incluso se combinan con vestidos florales durante la primavera. ¿No nos crees? Pregúntale a Julia Roberts, quien tiene las claves para hacer que este combo funcione en cualquier ocasión.

Las alpargatas tuvieron un regreso triunfal en la temporada calurosa del año pasado y este también pretenden quedarse un poco más. Es un calzado relacionado con ambientes de playa y prendas frescas como estos pantalones pescadores que la princesa Diana usó en 1997. Si alguien tenía todos los zapatos que estuvieron de moda en esa época, definitivamente es ella y ahora vuelve a ser inspiración para una nueva generación ávida de tendencias basadas en la nostalgia.

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